He aquí la opinión de una de las pocas jóvenes que no se ha leído ninguno de los libros, no ha visto la película ni piensa hacerlo (a la mierda el refrán “nunca digas de esta agua no beberé”), y que por lo tanto no opinará acerca de la calidad de los mismos.
Mi odio hacia esta plaga comenzó allá por el 2008, cuando ya todo el mundo babeaba por Eduardo, llegando al límite de la obsesión. Personas que nunca habían pasado de leer “Teo va al colegio” de repente decían ser ávidos lectores (nota aclaratoria: leerse tres o cuatro libros juveniles no es ser un lector ávido, amigos).
Pronto empecé a notar que ya no existían temas de conversación que no fueran Crepúsculo, actores de Crepúsculo y similares. Ya podías ponerte a hablar de la reproducción del mono capuchino en América Central, que acababas hablando de Crepúsculo SIEMPRE.
Pero la gota que colmó el vaso fue saber que mi grupo favorito (Muse) iba a aparecer en la banda sonora de la película. En cuanto me enteré, supe las fatídicas consecuencias que esto tendría, y rezaba cada día por que se quemaran los decorados o la escritora se diera cuenta del daño que estaba causándole a la sociedad y finalmente se cancelara el rodaje (no tuve suerte).
Para empezar, antes de que aparecieran en la banda sonora, muy poca gente los conocía (sí, eran algo famosos, pero no a este nivel). De hecho cuando comenté esta noticia con ciertas admiradoras del libro, ninguna supo de la existencia de tal grupo, a pesar de que a una de ellas le había pasado un par de canciones que no llegó a escuchar (hasta después del lanzamiento de la película cuando ya se volvieron populares, claro).
Pero vayamos al grano, el día después del estreno de la película, TODO el mundo tenía “supermassive black hole” (la canción elegida para la banda sonora, que es a su vez la más simple y comercial del grupo) en esa otra plaga despreciable, tuenti, así como de tono de llamada en el móvil. Hasta podías leer comentarios del tipo “oh dios, adoro muse” en fotologs de gente cuyos intereses musicales no van más allá de “andy y lucas” o “pignoise” y que, por supuesto, no han escuchado más que la canción que aparece en la película.
Y me parece muy triste que un grupo tan bueno y tan poco comercial a partir de ahora sea conocido por la mayoría de la gente únicamente como “esos que salen en Crepúsculo”, lo mismo que ocurre con las actrices Kristen Stewart y Dakota Fanning, que han destruído unas carreras muy prometedoras en el mundo del cine por ganar un poco de popularidad entre la gente joven, y que ya nunca serán conocidas por otra cosa que no sea por su aparición en esta película.
Y para concluir, una simple frase:
Queridos amigos (amigas más bien); hay vida más allá de Crepúsculo, y es bastante mejor.
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